MIRA HACIA EL CIELO
Lo primero que supo mi ser, es que hay un Dios, sus manos me moldearon en
el vientre de mi madre, y acompaño cada segundo
de luz, las alegrías y fracasos, las montañas y los valles, los ríos y
sequias, marcaron el norte, giraron el timón, pero en medio de lo que sea siempre
estuvo. Hinchadas las velas, me dirigí hacia lo desconocido estoicamente tuve
que resistir, pero nunca falto la brisa fresca que acariciara mis cabellos
cuando levantaba mi mirada al sol.
No hubo un segundo para sentirme solo, empezaron a hablar los colibríes,
hablo el mar, hablo el cielo y hablo el viento, que por cierto es a veces
infidente, entre sus ondas traían la voz del creador. No tuve tempestad sin
esperanza, ni noche sin luna, no hubo madrugada que no amanezca.
Me molesta el mundo porque que la injusticia campea, cierro mis ojos, miro
hacia arriba y veo la luz. Si te cansaste de mirar a los lados, mira hacia el
cielo un momento y encontraras respuestas.
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